
Redacción ERODE
En una jugada que confirma su expansión hacia el universo del estilo de vida total, Aimé Leon Dore ha lanzado su primera máquina de café en colaboración con la firma italiana de alta gama La Marzocco. El resultado: una pieza de colección que fusiona la estética griega-neoyorquina de la marca con la precisión artesanal del espresso florentino.
La máquina, llamada oficialmente Café Leon Dore / La Marzocco Linea Micra, es más que un electrodoméstico: es un manifiesto visual y funcional. Diseñada con materiales nobles, edición limitada y un lenguaje visual coherente con el ADN de la marca, esta pieza agotó su existencia en menos de 24 horas desde su lanzamiento.
Una máquina que se viste como un objeto de culto
El acabado en verde oliva profundo, los detalles en latón pulido, la madera de nogal y los logotipos grabados con discreción hablan de una intención clara: convertir el acto de preparar café en un ritual estético. Fabricada a mano en el histórico taller Officine Fratelli Bambi en Florencia, la Linea Micra edición Aimé Leon Dore no busca destacar por volumen, sino por presencia.
Es pequeña, pero imponente. Moderna, pero impregnada de herencia.
Tecnología de precisión, envuelta en silencio
Bajo su silueta elegante se esconde una máquina de alta gama con doble caldera, control de temperatura PID, sistema de infusión integrado, portafiltro convertible y varilla de vapor aislada. Conectada a una app móvil para ajustes y mantenimiento, esta pieza combina lo mejor de la ingeniería contemporánea con el espíritu de un espresso clásico.
El tanque interno de 2 litros permite un uso doméstico sin perder la sensación de estar en un café boutique. Todo, sin el menor ruido visual.
La cápsula del estilo: espresso y ropa
El lanzamiento no vino solo. Junto a la máquina, Aimé Leon Dore presentó una mini colección que incluye un delantal de trabajo, una camiseta y una gorra de edición limitada, todo bajo el mismo lenguaje gráfico de la colaboración. La cápsula está disponible únicamente en tiendas físicas seleccionadas y en línea, y funciona como extensión del imaginario café que la marca ha ido construyendo en sus espacios físicos.
Un nuevo capítulo para una marca multisensorial
Desde sus inicios, Aimé Leon Dore ha sabido construir un universo que va más allá de la ropa. El café, ya presente como gesto arquitectónico y cultural en sus tiendas de Nueva York y Londres, ahora se materializa en un objeto que representa el cruce entre moda, hospitalidad y ritual cotidiano.
En ERODE, celebramos este tipo de gestos: cuando una marca no se limita a vestir cuerpos, sino a diseñar atmósferas. La máquina de café de Aimé Leon Dore no es una extensión comercial. Es un símbolo. Una invitación a vivir el diseño también en la pausa, en la taza, en el vapor que sube sin decir palabra.

