
Ambulante es un festival itinerante no-competitivo de documentales
Por: Eduardo Menéndez Gaber
Mérida, Yucatán, 12 de mayo de 2025.– está semana tuve el privilegio de asistir a una de las funciones del festival de documentales Ambulante, fundado por Diego Luna y Gael García Bernal, dos de las figuras más reconocidas del cine mexicano contemporáneo. Fue la primera vez que acudí a este festival y, para mi sorpresa, descubrí una experiencia cinematográfica profundamente conmovedora y culturalmente enriquecedora.
Desde el inicio, el ambiente se sentía especial. El recinto transmitía una atmósfera cálida y entusiasta, perceptible en los rostros de los asistentes. La emoción se desbordó cuando una orquesta sinfónica interpretó dos piezas originales del documental proyectado. Cada instrumento —trompetas, tambores, flauta— vibraba en armonía bajo la batuta precisa del director de orquesta. Al finalizar, los músicos se pusieron de pie para agradecer al público, que los despidió con una ovación, justo antes de que se apagara la luz y comenzara la función.
El documental presentado fue Searching for Sugar Man (2012), dirigido por Malik Bendjelloul. La cinta narra la historia de Sixto Rodríguez, un joven músico estadounidense de ascendencia mexicana que pasó desapercibido en su país natal, pero que, sin saberlo, se convirtió en una leyenda en Sudáfrica, donde su música inspiró a toda una generación durante los años del apartheid. La historia se cuenta a través de la voz de Stephen “Sugar” Segerman, uno de los fanáticos que emprendieron la búsqueda del artista desaparecido, y arranca con él hablando desde su automóvil mientras escucha Sugar Man.
Ganador del Óscar al Mejor Documental Largo en 2013, Searching for Sugar Man es mucho más que una historia musical. Es un relato sobre identidad, resistencia y el poder transformador del arte. Nos recuerda cómo un hombre puede convertirse en símbolo de libertad sin saber que sus canciones eran himnos de protesta a miles de kilómetros de distancia.
Ver este documental me provocó una profunda reflexión sobre el impacto silencioso que puede tener una obra artística. Agradezco haber tenido la oportunidad de conocer más sobre Sixto Rodríguez y de participar en una velada tan significativa como la que ofrece el festival Ambulante.
Eventos como este son necesarios en Yucatán: invitan a la introspección, a la cultura y al diálogo. El festival Ambulante debería multiplicarse, pues logra conectar con públicos diversos y fomentar el conocimiento de historias poderosas y necesarias. Sin duda, espero con entusiasmo la próxima edición.


