
Redacción ERODE
El cine independiente chileno vuelve a resonar con fuerza en el circuito internacional gracias a Silencio, un cortometraje dirigido por el joven realizador Samuel González, que ha sido seleccionado oficialmente para competir en el Festival Internacional de Cine de Terror de Valdivia 2025. La proyección está programada para el próximo 9 de mayo, en una de las secciones más esperadas del certamen, que este año celebra su décimo segunda edición.
Un retrato atmosférico del miedo
Silencio no es un cortometraje convencional. Con una duración de poco menos de veinte minutos, la obra se adentra en una narrativa psicológica en la que el terror no depende de criaturas sobrenaturales ni de efectos visuales grandilocuentes, sino de la tensión contenida, los silencios abrumadores y una estética minimalista que roza lo inquietante.
Ambientado en una casa rural del sur de Chile, el cortometraje explora el deterioro mental de una joven mujer que, tras la muerte de su madre, comienza a percibir presencias inexplicables que parecen brotar del pasado familiar. El uso del sonido —o más bien, su ausencia— es uno de los ejes centrales de la historia, generando una atmósfera perturbadora sin necesidad de recurrir a los elementos clásicos del cine de horror.
Jóvenes voces, grandes pasos
La selección de Silencio en un festival de prestigio como el de Valdivia representa un hito para el equipo detrás del proyecto, conformado en su mayoría por artistas emergentes egresados de escuelas de cine independientes del sur de Chile. Desde la dirección hasta la fotografía, pasando por la edición y el diseño sonoro, la producción fue llevada a cabo con recursos limitados pero con una claridad estética y narrativa notable.
Según declaraciones del propio Samuel González, Silencio nació como una reflexión sobre el duelo, el aislamiento emocional y el peso de las memorias no resueltas. “No quería hacer una historia de terror tradicional. Me interesaba más el miedo que habita en lo cotidiano, en lo que no se dice, en lo que no se escucha”, comentó en una reciente entrevista local.
Un festival con mirada crítica
El Festival Internacional de Cine de Terror de Valdivia, con sede en el sur de Chile, se ha consolidado en los últimos años como un espacio relevante para el cine de género latinoamericano, especialmente por su enfoque en propuestas experimentales, autorales y con contenido social. La selección de Silencio reafirma el compromiso del festival con nuevas voces narrativas que proponen relecturas contemporáneas del miedo.
Lo que viene
Tras su estreno oficial en Valdivia, el equipo de producción planea inscribir el cortometraje en otros festivales especializados, tanto en América Latina como en Europa. Además, se espera que Silencio tenga un recorrido por espacios culturales independientes y muestras universitarias durante la segunda mitad de 2025.
Para muchos, esta selección no solo marca un logro para el equipo creativo, sino también una señal del buen momento que vive el cine de terror en América Latina, donde las historias personales, cargadas de contexto y sensibilidad estética, están ganando terreno frente a las fórmulas repetidas del mainstream.
