El grupo Prada ha anunciado la finalización de la adquisición de la firma de moda Versace, tras conseguir todas las autorizaciones normativas pertinentes.
La operación se valoró en 1 375 millones de dólares, equivalentes a unos 1 184 millones de euros al tipo de cambio actual. En abril de 2025, cuando se hizo público el acuerdo preliminar, el precio estimado era de 1 250 millones de euros, aunque el monto finalmente ajustado refleja los cambios derivados del cierre formal.
La firma vendedora, Capri Holdings —que poseía Versace hasta ahora— indicó que los fondos obtenidos con la venta se destinarán a liquidar la mayor parte de su deuda. Su presidente y director ejecutivo, John D. Idol, expresó que Capri seguirá concentrándose en sus otras marcas, tales como Michael Kors y Jimmy Choo, para “maximizar el potencial de nuestras marcas icónicas”.
Por su parte, la integración de Versace bajo el paraguas de Prada S.p.A. implica un importante paso hacia la consolidación del lujo “hecho en Italia”: la compra había recibido—en septiembre de 2025—el visto bueno de la Comisión Europea, al considerar que no representaba riesgos para la competencia.
En cuanto al futuro de Versace, el heredero del grupo Prada, Lorenzo Bertelli, asumirá la presidencia ejecutiva de la marca. Bertelli había señalado previamente que la conclusión de esta operación era una “prioridad” para el grupo.
La transacción marca un momento de gran relevancia para la industria de la moda de lujo, pues combina dos de las casas más emblemáticas de Italia bajo un mismo grupo, lo que podría fortalecer su competitividad global frente a conglomerados internacionales.
