
En una escena cargada de simbolismo, nostalgia y emociones intensas, Sid Wilson, miembro de Slipknot, sorprendió al mundo del rock al pedirle matrimonio a Kelly Osbourne, justo en el backstage del que fue el último concierto de Black Sabbath en Birmingham, Inglaterra. Lo hizo frente a su suegro, Ozzy Osbourne, leyenda viva del heavy metal, quien se despidió esa misma noche de los escenarios tras décadas de carrera.
La propuesta ocurrió el sábado 5 de julio en Villa Park, minutos después de finalizada la emotiva despedida de Ozzy con su banda original. Con la familia Osbourne reunida, Sid se arrodilló y, en medio de una breve y sincera declaración de amor, le pidió matrimonio a Kelly, su pareja y madre de su hijo. La reacción de Ozzy fue tan espontánea como divertida: “Que te jodan, no te vas a casar con mi hija”, gritó con humor ante la escena, desatando risas entre los presentes. Aun así, la propuesta fue aceptada entre abrazos y lágrimas de emoción.
El anillo entregado por Wilson no fue una joya cualquiera. Se trata de una pieza de alta joyería elaborada en oro amarillo de 18 quilates, con un diseño personalizado que incluye diamantes blancos y amarillos, citrinos y detalles en forma de panal, en referencia al apodo de Kelly: “Honeybee”. En el centro, un diamante blanco brillante remata la obra, valorada entre los 100 y 110 mil dólares.
La historia entre Sid y Kelly comenzó en el ámbito musical. Se conocieron hace más de dos décadas, en el Ozzfest de 1999, y mantuvieron una amistad durante años. Fue hasta 2022 cuando comenzaron su relación sentimental, la cual dio como fruto a su primer hijo, Sidney. Desde entonces, ambos han hablado públicamente sobre el profundo vínculo que los une, describiéndose como mejores amigos y almas gemelas.
La pedida de mano fue más que un gesto romántico: fue una declaración de respeto y amor en un contexto profundamente íntimo para la familia Osbourne. El hecho de que ocurriera en el cierre oficial de la carrera de Ozzy, figura esencial del rock, le otorgó un peso simbólico aún mayor. No solo se celebró una trayectoria histórica, sino también el inicio de un nuevo capítulo para la próxima generación de su legado.
La escena se volvió viral y generó todo tipo de reacciones en la comunidad del rock y el entretenimiento. Para muchos, fue una muestra de la cercanía familiar y la sinceridad de Wilson, quien decidió unir su momento personal con uno de los episodios más memorables de la historia del metal.
Sin duda, esta propuesta se convertirá en uno de los recuerdos más comentados del año en el mundo de la música. No todos los días se le pide matrimonio a la hija del Príncipe de las Tinieblas… y menos aún, frente a él.